El equipo militar tiene una vida útil de hasta varias décadas. En un momento en que las industrias de la defensa son cada vez menos nacionales y cada vez más internacionalizadas, surge la cuestión del mantenimiento, trazabilidad y repuestos de equipos. Una parte o componente falsificado o no autorizado de unos pocos cientos de euros que ingresa en la cadena de suministro puede provocar la pérdida de equipos por valor de millones y incluso puede tener consecuencias dramáticas para el personal militar, los aviadores o los marineros en misión. La sustitución de un componente puede dañar la confianza, la competitividad y la reputación de una industria y dar lugar a búsquedas críticas de responsabilidad y violaciones de seguridad.

Los equipos de ATT han adquirido una experiencia incomparable en el análisis y la contramedida de técnicas de manipulación y falsificación. Saben cómo dar respuesta a los problemas más complejos, construir con las autoridades responsables respuestas a las más diversas amenazas y asegurar la trazabilidad total de los elementos que entran en operación.